No soy muy amiga de ponerle fundas a las cosas, porque me parece bonito verlas tal como son y porque además no es cómodo tener que quitar la funda para utilizarlo y después ponerla. Ahí me sale un poco la vena vaga. Pero en la casa del pueblo, como en todas las casas de campo, hay arañitas y bichos varios que aparecen por los sitios más insospechados. Siempre nos quedamos con la duda de si algún día con la tostada no acompañaremos algún animalito inocente. Por eso he hecho esta funda reversible para la tostadora.
Y estas manoplas para la cocina. Sobre el dibujo parecían más grandes, pero una vez con el relleno y cosidas me han quedado un poco pequeñas, casi me cuesta ponérmelas. En fin, las próximas quedarán mejor, pero me gustan con esos colores vivos.
¡Qué bonitas! ¿Para cuando la venta on-line?
ResponderEliminar¡Qué bonitas! ¿Para cuando la venta on-line?
ResponderEliminarPues no tenía pensado vender nada, lo hago sólo porque me gusta y me entretiene, pero me alegra que te guste también.
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